Para comenzar con el blog he elegido una película que no pasará a la historia del cine por su guión, ni por su dirección, tampoco por sus protagonistas, aunque Margot Robbie sea una diosa de la belleza, o eso dicen. Podría haber elegido Interstellar, o cualquier otro peliculón de este año. Pero me sorprendió tanto que Will Smith se prestase a semejante bobada -con esto ya me estoy posicionando sin ningún tipo de pudor-, que quiero evitaros la pérdida de tiempo que supone ver la película.
Todo empieza de forma curiosa, un estafador que conoce a una aprendiz y le da unas lecciones de ladrón de guante blanco a la luz de la luna, en ese momento se convierte en su pequeño saltamontes, aunque bastante más atractivo que David Carradine. Tensión sexual, robos románticos en Nueva Orleans y ya tenemos el comienzo de una película que es una sucesión de estafas inverosímiles y escenas olvidables. Quiero hacer mención especial a la escena en el campo de fútbol americano, no tiene desperdicio, es un claro ejemplo de cómo rizar el rizo 300 veces. Pero no desvelaré más por si no me hacéis caso, que es lo más probable, y veis este rollo.
La pareja protagonista es talentosa, todo hay que decirlo, pero no lo suficiente para poder sostener el guión hecho por los directores de la película. No me parece que Will Smith y Margot «diosa» Robbie tengan mucha química, a lo mejor es solo cosa de un servidor. No me pegan esas orejas de soplillo con esa sonrisa «profiden». Los dos lo hacen medianamente bien, Margot me recuerda a aquellas actrices de la época dorada del cine; tiene presencia, saber estar y un aura de diva a lo Rita Hayworth. La pantalla gana cuando aparece, al igual que gana cuando aparece Will Smith. A este tipo siempre le he tenido cariño a pesar de que tiene pocos registros expresivos. A lo mejor es que le he visto en tantas películas que sus gestos ya los conozco de memoria. Me pasa lo mismo con Jim carrey, y mira que tiene gestitos. Pero Will ha sabido llegarme con películas como: Soy leyenda, yo Robot, En busca de la felicidad, Alí y por qué no decirlo, Wild Wild West, la película puede ser un tostón, pero seguro que todos recordáis la canción que hizo para la banda sonora.
En definitiva, por no alargarme más con esta película y os pase como a mí con ella, me aburrí mucho, menos mal que la vi en buena compañía y nos echamos unas risas con las escenas.
Crítica de Focus by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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Sí, muy bien. Pero dónde más te llegó fue en el príncipe de Bel Air. No?
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