Muchas son las películas que han abordado el tema de los muertos vivientes. Algunas son clásicos como La noche de los muertos vivientes, otras fiascos al estilo Guerra mundial Z, aunque me gustó, reconozco que es demasiado larga y tiene algunas escenas algo inverosímiles. Mis favoritas, sin ninguna duda, son 28 días después y su secuela 28 semanas después. La primera es más de mi agrado, pero la primera escena de la segunda parte es de lo mejorcito que he visto; la difícil decisión que debe tomar Robert Carlyle, intentar salvar a su esposa de una muerte segura o huir por la ventana que tiene junto a él. La tensión en esa escena hizo que me aferrase a la butaca del cine como si fuera parte de mí. En cambio, a un amigo le encanta la secuela porque el niño protagonista lleva una camiseta de Real Madrid, cuestión de prioridades. 28 días después fue un soplo de aire fresco para el género en el año de nuestro señor 2002, ese mismo año se estreno Resident Evil pero me quedo con sus juegos, eso sí saben hacerlo muy bien. Danny Boyle supo hacer una película entretenida, sin recrearse en la parte sangrienta y enseñando a dónde puede llegar el hombre para sobrevivir, olvidando la razón y la empatía, y dejándose llevar por sus instintos más primarios. Algunas escenas con los soldados dan más terror que los propios zombies.
Esta película fue un gran punto de partida para la serie de la que os quería hablar, The walking dead. Esta se fija y copia mucho de aquella; solo hay que ver el despertar de Rick en el hospital y su paseo por el pueblo vacío del que era Shériff, para ver la similitud con el despertar del protagonista de 28 días después y su deambular por un Londres desierto, una de las escenas que más me impactó. A Rick solo le faltaba gritar «¿Hay alguien?» como lo hacía Cillian Murphy. Es verdad que también hay diferencias, los zombies tienen un comportamiento distinto; en la película corren y son tan rápidos como los humanos, no tanto como lo son en Guerra mundial Z, y en la serie son lentos y pardillos, se asemejan más a nuestro andar en un centro comercial abarrotado. Por otro lado, la sangre es gran protagonista en el mundo de The walking dead, aunque las disyuntivas morales y las reacciones de los humanos en situaciones extremas son similares. En líneas generales, la serie es muy buena. Tiene altibajos, como pasa en la mayoría de las series actuales (la quinta temporada de Juego de tronos está siendo soporífera, como lo fue el cuarto libro de la saga), pero en conjunto raya a un buen nivel. La segunda temporada es la más lenta y tediosa, pero después ha ido mejorando capítulo a capítulo. La última temporada me ha encantado, aunque en algún momento he pensado que se cargaban a todos los protagonistas al estilo de la ya mencionada Juego de tronos, me imagino que era difícil recrear una boda roja en Atlanta.
Seguro que todos tenéis un personaje favorito, ha habido épocas que me decantaba por Rick y otras por Daryl, aunque este último no ha sido un personaje muy activo en la quinta temporada. El personaje que más me ha sorprendido es Carol. Seguro que la actriz, Melissa Mcbride, está encantada de interpretarlo. Es uno de esos personajes que van evolucionando y se labran una personalidad fuerte, además en la última temporada ha tenido mucho más protagonismo. Todavía recuerdo cuando siempre estaba callada y haciendo todo lo que le decía su marido; recordemos que la maltrataba y ella aguantaba por su hija. No desvelaré más por si habéis cometido el error de no ver esta fabulosa serie. Me gusta mucho el buen rollo que parece haber en los rodajes, según dicen son muy amigos y cuando un a un personaje le dan boleto siempre realizan una reunión de despedida. Hay un vídeo muy gracioso en el que los compis de Rick hablan de un secreto que no quiere contar: ¡¡Rick Grimes se hace la permanente!! Es más, Daryl dice que parece uno de los Bee Gees.
Me podría extender hablando de esta serie hasta el infinito y más allá, pero no quiero haceros perder el día. La serie merece mucho la pena si te gusta ese mundo apocalíptico repleto de Zombies y falto de personas, y las que hay, son menos fiables que el capitán Brody. He llorado, reído y pasado miedo ¿Qué serie puede hacer todo eso?


Esos maravillosos muertos vivientes y sus inseparables amigos by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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