Esta semana va a ser completamente temática, os contaré toda la experiencia que viví en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. Ha sido corta pero intensa, ya que no me he podido quedar toda la semana disfrutando de las películas que proyectaban. Aún así, lo he pasado en grande, además de ver películas, he conocido a gente maravillosa y he aprendido una cosa, si quieres hacer las cosas bien hay que coger el mandil, lavarse las manos y ponerse a cocinar una buena entrada, o un buen plato en la sociedad culinaria del gran Edorta, donde un día cocinó Pío Baroja junto a sus amigos.
No os voy a engañar, mi primer pase de prensa no comenzó muy bien. Pude vivir en mis carnes la soledad del bloguero en su primera vez . Como soy muy impaciente, y me gusta llegar siempre con tiempo, me presenté el primero en el cine, a las 9:30 de la mañana del Sábado. Sí, no es una errata ni habéis leído mal, el pase de prensa era por la mañana. La entrada estaba cerrada, así que esperé con algo de incertidumbre por si me había confundido de cine o de hora. A los pocos minutos abrió el teatro un señor muy amable, pero con su sonrisa desaparecida, no sé si por tener que trabajar a esas horas de un Sábado para que unos cuantos frikis viesen Howl; o simplemente se había metido en el papel del festival y estaba haciendo de hombre tétrico capaz de matar a todo el que le molestase. Entré, vigilando mi espalda, y me encontré que el Teatro Principal de San Sebastián es muy hermoso, pequeño pero con encanto. Sentí como si me colase en un sitio prohibido, donde solo pueden entrar unos pocos privilegiados. La sensación fue de soledad, solo rota por la noción de que alguien me observaba, miré hacia atrás y allí estaba la respuesta, el misterioso hombre de la entrada con los ojos clavados en mi nuca. Solo duró unos instantes, en seguida comenzó a llegar más gente y me sentí menos solo escuchando sus conversaciones. Comenzó la película, en el silencio se escuchó un aullido y todos los espectadores nos sumergimos en la obra de Paul Hyett.
Ese mismo sábado vi Uranes, un falso documental que daba miedo ver, pero por lo aburrido que fue. Uno de mis acompañantes se quedó dormido. Es verdad que tiene cosas interesantes, pero creo que su metraje debería ser más corto. En esa ocasión la proyección fue en el Teatro Victoria Eugenia (en el que pude tocar la guitarra de Mad Max), a orillas del río Urumea y junto al Hotel María Cristina, el mismo que un día albergó a la increíble Bette Davis durante el Festival de Cine de San Sebastián de 1989. La actriz, ya muy deteriorada, se comportó con una gran profesionalidad. Pocos días después falleció en Francia, no pudo volver a Estados Unidos.
El Domingo se repuso el origen de todas las películas de terror que utilizan la excusa de cintas encontradas, en lugares remotos, para mostrar el drama de sus dueños. Hablo de El proyecto de la bruja de Blair, no creo que haya un ser humano que no haya pasado miedo (o repelús) viéndola. Además, después de esta, se estrenó Howl, la película que vi el Sábado por la mañana. Pero poco más os puedo contar de ese día, me lo pasé comiendo la mayor parte de él.
Este es el pequeño resumen de mi experiencia en el festival, mañana os hablaré de la proyección y la rueda de prensa de la película de Paul Hyett, así comprobaréis que no estuve comiendo pintxos todo el día, seguro que hay algún mal pensado por ahí que lo cree (bueno, podéis pensarlo por el Domingo). Y quiero acabar dando las gracias a la organización, todo ha ido perfecto, las personas que trabajan allí han sido muy amables y sin duda querré volver el año que viene.
FromLostToTheCine en la XXVI Semana de cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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