Después de las fiestas navideñas y aprovechando que hoy es la noche de reyes, os quiero hacer un regalo, una nueva entrada en el blog. Hoy quiero hablar de dos películas de espías tan diferentes entre ellas como el antes y el después de la operación de cirugía a la que se sometió Renée Zellweger. No solo los protagonistas son diametralmente opuestos, también los malos son completamente distintos. Spectre y El puente de los espías os esperan en esta primera entrada del año.
Steven Spielberg nos tiene acostumbrados a buenas películas y a obras maestras. El puente de los espías entra dentro de las primeras, una buena película con un guión previsible y con una exaltación al buenismo estadounidense que le da un tufo a telefilme. Un claro ejemplo es el trato que recibe el espía ruso en la cárcel en comparación con el trato que recibe el piloto americano en el infierno ruso. El primero es tratado con cordialidad, tiene un juicio justo y hasta le llevan regalos a la cárcel; el segundo es torturado, le privan de sueño e intentan sacarle información. Me da a mí que esto último se parece bastante a lo que se hacía (o se hace) en Guantánamo, pero solo es una impresión del que esto escribe. En ocasiones, creo que las películas de Spielberg adolecen de simpleza, parece el punto de vista de un niño que se cree todo lo que le dicen. Llegados a este punto, doy por hecho que sabéis de qué trata el argumento; un abogado, especializado en seguros, se encarga de la defensa de un espía ruso. Cuando termina con su deber de abogado defensor, mal visto por el resto de sus compatriotas, es reclutado por la CIA para negociar el intercambio de su defendido con un piloto estadounidense capturado por los diabólicos rusos. Son dos películas en una; de abogados en su primera parte y de espías en la segunda. Toda la trama es previsible, lo que hace interesante la cinta es la realización de Spielberg, el inicio -con la presentación del espía ruso a través del espejo y su autoretrato- y el intercambio de prisioneros, son las escenas más sobresalientes. Hay planos típicos del realizador, como el que realiza a través del agujero del paracaídas, muy parecido a uno de La guerra de los mundos, y las transiciones entre escenas nadie las hace como él. Pero, con todo lo positivo, no da para una gran película. Aburre, quizás por su larga duración, y no engancha. Destaca, al mismo nivel que Tom Hanks, Mark Rylance, actor que ha estado oculto en televisión demasiado tiempo. Pero, parafraseando a uno de los personajes, le diría a Spielberg, da igual lo que la gente piense, tú sabes lo que hiciste.
Entro ahora de lleno en la nueva película de James Bond, Spectre. Antes de verla, eché un vistazo a Skyfall, para seguir la trama con toda la información posible, craso error. Skyfall le da mil vueltas a esta nueva película de Sam Mendes. Es verdad que el inicio es digno del mejor Bond, la acción trepidante termina con el espía sentado en un sillón después de caer varios metros junto a un edificio en algún lugar de Sudamérica de cuyo nombre no puedo acordarme. Eso es lo que mola de Bond, su estilo en situaciones extremas, el problema es que, a partir de los créditos iniciales, Spectre aburre. Pero aburre a lo grande, paseándose por medio mundo; haciendo memoria: Londres, Méjico D.F, Austria, Roma, Túnez y Londres otra vez. Con esas localizaciones es lógico el sobrecoste en el presupuesto. El problema no es ni Mendes ni Craig -que siempre lo hace perfectamente-, es el guión y la historia. La trama es lenta y tienes que haber visto las películas anteriores para no perderte. Las chicas Bond son las más flojas, quizás Mónica Bellucci esté por encima de Léa Seydoux -que tiene menos feeling con Craig, que Penélope Cruz con Matthew McConaughey en Sáhara-. Su personaje comienza siendo la típica mujer inteligente, independiente, fina y segura, que advierte a Bond, no creas que voy a caer en tus brazos, para acabar donde no quería, en los brazos del espía más guapo del imperio. Además, me resultan ridículas esas carreras de los dos cogiditos de la mano. ¿No se dan cuenta que sin cogerse de la mano correrían más rápido? Si no, que se lo pregunten a Rey (el personaje de la nueva película de Star Wars) cuando Finn le coge de la mano en cada carrera y ella le dice que le suelte, que así correrá mejor. Esa caspa protectora del macho alpha es la que me saca un poco de la serie Bond, creo que debería modernizarse al igual que lo ha hecho la saga galáctica. En fin, como habéis notado, Spectre no me ha gustado, se asemeja mucho a Quantum of Solace -ya os podéis imaginar mi opinión sobre ella-. El malo no tiene garra. Christoph Waltz parece una caricatura en comparación con el personaje que encarnó Javier Bardem en Skyfall, en ocasiones pienso que es esclavo del personaje que interpretó en Malditos bastardos. Os voy a decir algo que quizás sea políticamente incorrecto, pero… ojalá volviese Martin Campbell para dirigir una maravilla parecida a Casino Royal. Sería una buena despedida para Daniel Craig, creo que no seguirá encarnando al famoso espía por mucho más tiempo.
Dos películas muy distintas pero que decepcionan por igual, una en mayor grado. Buenos directores con historias que no enganchan y demasiado largas. Una es puro ejercicio de espías a la vieja usanza; la otra, acción con estilo británico con una realización más moderna. Las dos son puro entretenimiento, aunque no lo consigan del todo. Cine de espías macerado con patriotismo, clichés y acción, que ocultan su verdadero sabor.
Daniel Craig Vs Tom Hanks. Espías juntos pero no revueltos. by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License. Creado a partir de la obra en www.fromlosttothecine.com.