Cuando ves a Alicia Vikander por primera vez, menuda, frágil y angelical, piensas que se va a romper con solo tocarla, pero detrás de esos ojos enigmáticos de 27 años hay una actriz con carácter, que le da lo mismo hacer de robot sin sentimientos en Ex machina, que de enfermera que sufre por el prójimo en Testamento de juventud. Esta hija de Suecia, de madre actriz y padre psiquiatra, estuvo a punto de renunciar a su sueño de ser actriz por comenzar la carrera de derecho, suerte que le dieron su primer papel en 2009, así abandonó la idea de su formación como abogada.
Su carrera parece meteórica, pero no sin mucho esfuerzo. Detrás quedan las clases agotadoras de baile en la Real Escuela Sueca de Ballet desde los nueve años -algo que le ha servido para interpretar con su cuerpo, como dice su director en Ex machina, tiene el estoicismo de los bailarines-, la vida solitaria en un apartamento diminuto de Estocolmo, los cuatro años viviendo en Londres, donde mimetizó su acento inglés, o las clases de danés durante dos meses para interpretar a la reina Carolina Matielde de Dinamarca en Un asunto real. Tras todo esto ha encadenado trabajos y buenas críticas acompañadas de varios premios y nominaciones. Sin ir más lejos, en los Globos de oro de este año fue nominada en dos categorías, mejor actriz y mejor actriz de reparto, aunque no consiguió ganar. Pero seguro que en un futuro cercano se corona en los grandes premios de la academia.
Tengo que reconocer algo, la primera película en la que pude apreciar su talento no la elegí por su presencia en el reparto, es más, no sabía ni de su existencia como actriz, y eso que la había visto en otras producciones (El quinto poder o Anna Karenina). Elegí la cinta porque aparecía mi adorado Jon Snow, además de por su interesante argumento. Hablo de Testamento de juventud. La sorpresa fue mayúscula, quedé encandilado con esa pequeña desconocida que se comía con patatas interpretativas al resto del reparto, llegué a olvidarme de la participación del
hombre de negro menos dicharachero de los siete reinos. Pero ha sido Ex machina la que le ha otorgado el privilegio de estar entre los grandes de Hollywood. Todo el mundo habla de ella, quiere trabajar con ella y no se cansan de proclamar elogios sobre esta chica sueca que ahora estrena en España La chica danesa, donde comparte protagonismo con Eddie Redmaine, al cual le da un repaso interpretativo, según dicen por ahí.
Así que trabajo no le va a faltar, a tenor de lo comentado en el párrafo anterior. Para este año tiene previstos dos estrenos, Tulip Fever y The light between oceans, la segunda ha sido la culpable de que el actor más de moda se haya arrojado a sus frágiles brazos. Lo siento, mujeres del mundo, Michael Fassbender solo tiene ojos para esta chica sueca que promete deleitarnos con sus trabajos durante un gran periodo de tiempo.
Ahora le toca mantenerse, seguir deslumbrando como lo hizo su personaje en Ex machina, donde sus antagonistas, Domhnall Gleeson y Oscar Isaac, tienen una pequeña conversación después de la escena donde el primero conoce al robot que interpreta Vikander:
– Respóndeme algo. ¿Qué te parece ella? Sin analizar. Solo dime qué te parece.
– Me parece… que es demasiado asombrosa.
P.D: Eso sí, si te la encuentras un día tomando café en un Starbucks, no la mires ni te acerques, no lo soporta, todos tenemos nuestras cosas, algunas más asombrosas que otras.
Alicia Vikander. La chica sueca. by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License. Creado a partir de la obra en www.fromlosttothecine.com.