Ya es Viernes y siguen llegando algunas de las películas favoritas a los premios Oscars. Hoy os voy a hablar de solo dos estrenos, los que creo más interesantes y de los que puedo hablar con conocimiento de causa; este blog ha tenido la oportunidad de echarle un vistazo a este par de películas. Es verdad que la lucha puede parecer desigual entre ellas, Spotlight tiene seis nominaciones, mientras que Creed solo una (mejor actor de reparto). A golpes gana la primera, pero si algo caracteriza a Rocky Balboa es a volver siempre a levantarse y seguir luchando. Pasen y lean. Let´s ready to rumble!!
Comienzo por la gran favorita a llevarse el Oscar a mejor guión original, Spotlight. Película escrita y dirigida por Tom McCarthy, actor reconvertido, que deslumbró a todos en Sundance con su opera prima, Vías cruzadas, ganando el premio a mejor drama y mejor guión, donde pude apreciar lo gran actor que es Peter «Tyrion» Dinklage. El director ha seguido realizando trabajos decentes, pero ahora se consagra con Spotlight. En ella nos cuenta la historia de la investigación que realizó en 2002 el periódico Boston Globe sobre los abusos a menores, por parte de curas, que estuvieron sucediendo durante décadas en la ciudad del motín del té y de dicho periódico. Aunque sea una película de investigación, sin aparente acción, es muy dinámica y se pasa el tiempo volando mientras la ves. Cambia disparos por palabras, algunas de ellas son ganchos directos a la mandíbula de la iglesia, y nos encontramos un trabajo muy parecido al que realiza Aaron sorkin en The Newsroom. Lo que destaca de la cinta es el guión, sin desmerecer la realización, y el trabajo de los actores. Están maravillosos. En el reparto encontramos a Michael Keaton (gracias Iñárritu por recuperarle), Mark Ruffalo (increíble en cada papel que hace), Stanley Tucci (¿habrá algún papel que haga mal?), Liev Schreiber (sigue luchando por un spot (sitio) en hollywood), Rachel McAdams (quizás la más floja del reparto) y John Slattery (secundario de lujo bregado entre el cine y la televisión). Todos ellos te introducen en la historia con sus fabulosas interpretaciones. El film es, además de una denuncia a lo que ocurrió, un homenaje a películas como Todos los hombres del presidente, donde el trabajo de investigación es un personaje más de la trama. Es de agradecer que, entre tanto remake, reboot, secuela y demás refritos, haya películas como esta que den aire fresco al cine con una historia terrible del pasado. Un viaje para llegar a la verdad, cueste a quien cueste, pero que no está exento de dificultades. Como la que apunta el personaje de Stanley Tucci en una conversación con Ruffalo, la iglesia piensa en siglos, ¿cree que su periódico tiene recursos para aguantar tanto? Como diría uno que yo me sé: zas, en toda la boca. Interesante, conmovedora y fascinante, una película que seguro no te defraudará.
Ahora es el turno del contragolpe con una película en la que no albergaba ninguna esperanza, es más, me reí cuando me enteré de su existencia, pero que, una vez vista, he tenido que tragarme todo el sarcasmo que utilicé con ella. Hablo de Creed. Podéis pensar, como hice yo, que es una película hecha para ganar dinero sin ningún lucimiento artístico, pero me alegra decir que nos equivocamos. Este trabajo lo comparo con la nueva película de la saga Star wars. Lo sé, no se parecen en nada, pero tienen un punto en común, homenajean a sus predecesoras con el cariño que solo un fan puede tener. Ryan Coogler (qué joven es, solo 29 años), director de Creed, ha realizado un trabajo con mucho respeto por la primera película de Rocky. Su realización es talentosa, me ha encantado ver una pelea de boxeo en plano secuencia, puede que no sea original, pero me ha gustado, al igual que cuando noquean a un boxeador y la cámara cae con él, no es innovador, pero denota gusto a la hora de utilizar el recurso. En general, esas escenas están muy bien filmadas, en ocasiones parecen combates reales, salvo al final, cuando da un giro hacia esas peleas épicas de nuestro Rocky. Pero la gran sorpresa, o quizás no tanto, es nuestro amigo Sylvester Stallone, con un papel dramático que ha sabido manejar a la perfección. Algo parecido a lo que hizo en Rocky Balboa, donde demostró, a mi modo de ver, lo gran actor que puede ser. Cuando le dieron el Globo de Oro a mejor actor de reparto me sorprendió, no lo esperaba, pensé que se lo daban como homenaje, pero viendo el trabajo realizado en la película tengo que decir que es completamente merecido -también está nominado a mejor actor de reparto en los Oscars, pero lo tiene difícil-. Y no quiero olvidarme del protagonista, aunque Rocky le haga algo de sombra, Michael B. Jordan, un actor que no para de crecer y resulta convincente en su papel de hijo de Apollo Creed que quiere ser boxeador como lo fue su padre. Hay mucha química entre los personajes, gracias a esto hay momentos muy emotivos. En la película no solo nos hablan de boxeo, también nos hablan de la vida, las decisiones, el amor -por ahí aparece Tessa Thompson con aspecto de Lisa Bonet en Alta fidelidad para robarle el corazón al pequeño Creed-, la amistad, la lealtad, la muerte… es una historia de personas con algún combate de boxeo por el camino. Sí, como habéis podido comprobar, me ha gustado. Me ganó cuando aparece Stallone en la pantalla y Creed le pregunta cómo ganó a su padre, a lo que él contesta, no fui yo, fue el tiempo el que le ganó. Así es Rocky, tan profundo como bruto.
Hay más estrenos, los podéis ver aquí. Mi apuesta son estas dos, pero para gustos colores, como se suele decir. Esta es la lucha por la cartelera y cada uno da su mejor golpe cuando puede. Yo me voy a hacer unas abdominales, es ver una película de Rocky y entrarme ganas de hacer ejercicio (me arrepentiré en cuanto haga la primera serie, seguro). Hasta la semana que viene.
Spotlight Vs Creed, el combate del año. by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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