Hoy vuelve nuestra becaria, sé que ha tardado, pero hemos estado negociando su salario y al final me he tirado el rollo y por cada crítica la invitaré a un café. Soy así de estirado. Que disfrutéis de su visión sobre la siguiente película.
Como decía aquel famoso personaje “Volveré”. Y he vuelto, rozando el límite de prolongar mis vacaciones hasta el infinito y más allá, para hablaros de una historia que vi hace ya unas cuantas semanas, que llega a nuestras carteleras como la película que surgió del frío. Y es que desde tierras islandesas se estrenó Corazón gigante (en original “Fúsi (Virgin Mountain)”.
Cuando aparecen en cartelera películas de países no habituales -bueno, este año ya he visto dos que vienen de tierras islandesas, y subiendo-, supone enfrentarse no sólo a una historia, sino que esta además tiene el valor añadido por lo inusual de su procedencia, es decir, que la película adquiere dimensiones sociales y culturales desconocidas para el gran público. ¿Cómo es el cine islandés? ¿cómo se nos cuentan las historias? ¿qué hace que esta sea universal? El argumento de la película invita a pensar que este cuento ya nos lo han contado.
Fúsi ( interpretado por Gunnar Jónsson, actor que aparece también en la otra película que conseguí ver del país, “RAM el valle de los carneros”, por lo que intuyo que es una apuesta segura) es un inadaptado de 43 años con sobrepeso,que nunca tuvo novia y cuyo único interés son las batallas de la Segunda Guerra Mundial, que reproduce en miniatura en el apartamento de su madre con la que convive. Un día a Fúsi le regalan un cupón para acudir una escuela de baile. Reacio en un principio, al final accede a probar. Allí, conoce a Sjöfn (Ilmur Kristjánsdóttir), otra alma solitaria como él, y una mujer con profundas heridas psicológicas.
Desde el inicio de la película, el protagonista se nos presenta como un niño grande, reservado, sensible, con sus rutinas y sus hobbies, que intenta encajar de alguna manera con todo lo que le rodea. El problema es que las personas alrededor, la sociedad en el sentido amplio del término, no está muy predispuesta a ello. El director, Dagur Kári, ya había profundizado en su primera película Noi Albinoi, sobre la cuestión de los marginados, de los inadaptados sociales, pero en palabras del propio director, solo me interesa crear el mejor personaje posible, y aquellos que están un poco desconectados o perdidos pueden provocar situaciones más interesantes que aquellos que están adaptados. Ese es mi principal foco de interés: el personaje y la situación. Pero realmente nunca he tenido en mente el término marginado. Podría ser una comedia romántica, con el sabido “chico conoce a chica” , pero aquí el romance es muy relativo, y quizás se nos habla más de humanismo, de reflexión sobre el ser humano, del peso de las apariencias y prejuicios, del sentido de culpabilidad por juzgar a alguien de forma equivocada.
Y el humor es siempre cuidado y sutil, que surge espontáneo, no es una película que busque la risa como elemento destacable. Podría ser entonces una fábula sobre el ser humano, pero la moraleja es demasiado libre y abierta, y es el espectador quien debe completar las situaciones que la película nos va ofreciendo, de las que debe sacar sus propias conclusiones. La realización no es clásica, y tampoco busca la lágrima fácil -eso se lo dejamos a otras películas que nos llegan de sitios más cálidos-. Apuesta por unos primerísimos primeros planos que sirven como transición, que se meten casi en la piel del protagonista, y que, de alguna manera, el espectador casi respira a través de él, puedes notar su desolación o su estado de ánimo. Pero estas concesiones son mínimas, ya que la
mayor parte de la puesta en escena es hiperrealista, la cámara se mantiene a una distancia prudencial sobre lo que vemos, con un tratamiento de la luz que juega entre los gélidos paisajes del lugar y las escenas más intimistas. Este contraste entre el frío panorama y el candor de la historia, entre el exterior e interior de los personajes, está mostrado, desde mi punto de vista, con fuerza y sensibilidad. No es emotiva en su realización, pero la película de pura ternura se convierte en una historia teñida entera de cierta melancolía.
Los temas musicales están magníficamente escogidos (y además nos regala una de las escenas más tiernas de toda la película) y la banda sonora acompaña sin molestar. Hay algún personaje secundario que está dibujado con trazo más gordo, con comportamientos más estereotipados. Y existen algunos clichés en determinadas situaciones, pero en general, aquí no hay buenos o malos, sólo personas que se relacionan e interactúan, con toda la complejidad que esto conlleva. Apoyado además por unos estupendos actores, sobre todo su protagonista, que parece que interpreta sin esfuerzo a ese hombre que, emulando el título de otra película, no cumple ninguno de los requisitos para ser normal. Pero es que aquí está el leitmotiv y la pregunta que nos deja la película, qué es ser normal, quién no tiene su mochila, más o menos cargada, más o menos evidente. Es también lo que sirve al director para jugar constantemente con la información de cara al espectador, con lo que sabemos de uno y otro personaje, con lo que son y lo que desean ser y en dónde nos quedamos de ese camino. Con lo que muestran, pero también con todo lo que esconden. Esa tensión dramática es la que potencia las circunstancias y la evolución del protagonista, que desemboca en la vital transformación que este realiza. Porque hay un cambio, sí, y esperanza. Y es que, cómo explica el director, quería que el final fuera muy pequeño y grande a la vez. Nos dimos cuenta de que lo que para nosotros es un acto totalmente corriente para Fúsi es un paso revolucionario. Y si quieren saber su final, ya saben, vayan a los cines, en ellos se pueden encontrar buenas historias y olvidar por un rato los calores del verano.
Paula Martínez Valderas
Corazón Gigante. La película que surgió del frío. by Paula Martínez Valderas is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License. Creado a partir de la obra en www.fromlosttothecine.com.