En el último mes se ha puesto de moda el mannequin challenge -lo que toda la vida hemos llamado jugar al escondite inglés-, y hemos podido comprobar cómo las masas se disputan el trofeo virtual a la mejor performance estática del planeta. He pensado mucho en el tema y he dicho, ¡pero qué narices, este blog también lo va hacer! Y, claro, me asaltaron las dudas de cómo hacer un mannequin challenge de un blog de cine. La conclusión es más sencilla de lo que parece, he decidido estar completamente estático delante del ordenador apunto de escribir. Así permanecí durante dos semanas -sin comer ni dormir-, de ahí mi ausencia en las redes, pero aquí estoy de nuevo dando leña al mono que es de goma -esta frase nos marcó en los noventa-. Comenzamos.
Esta semana está marcada por la polémica surgida a raíz de unas declaraciones de Fernando Trueba, donde aseguraba no sentirse español. Justo antes del estreno de su
última película, La reina de España, ha surgido un intento de boicot contra ella con la excusa de que si Trueba no se siente español, no hay que ver su película. Como diría mi abuela, qué tendrá que ver la velocidad con el tocino. Si todos pensásemos igual, una persona de corte liberal no vería las películas de Alfredo Landa porque era más facha que el caudillo, en ese caso se hubiese perdido una de mis películas favoritas, El bosque animado. En la red, tan despiadada como útil, he visto comentarios de todo tipo, con mucho odio en algunas ocasiones. Una persona virtual decía que no iba a ver la película por ese motivo, y que solo le gustaba el cine para cuando no tenía nada que hacer un Domingo después de comer y así echarse una siesta -parece ser que con una película de un director español, que no se siente como tal, le quitaría el sueño-. Creo que se confunde con lo de «me gusta el cine», y más si lo que ve son las películas que pone Antena 3, después del telediario, para echarse una cabezada. Es como el que dice que le gusta la música y escucha reggaeton. El cine es arte y, como tal, hay que mirar la obra sin pensar en que el artista es de un signo político u otro, si te cae bien o mal -poder se puede hacer, pero opino que es una forma equivocada de actuar-.
Y otro tema que ha surgido con el intento de boicot es que Trueba, si no se siente español, no debería recibir las subvenciones que el Estado da al cine. Hombre, ya hilamos muy fino, pienso que ese dinero que da el Estado es bastante modesto y sirve para cubrir los gastos de parte del equipo técnico. Además, aunque Trueba no se sienta español -algo que no voy a entrar a valorar-, hace películas en España, da trabajo en España y tributa en España, por lo tanto, tiene el mismo derecho a recibir ayudas del estado en sus películas al ser producciones españolas. Y, sobretodo, ya ha hecho algunas declaraciones diciendo que él ama a su país, vive en su país y le encanta estar en él.
Hay veces que soy muy mal pensado y hago reflexiones precipitadas -soy humano y me
puedo equivocar-, y mi cabeza empieza a argumentar que muchos de los que dicen que no van a ver la película por motivos patrióticos, no iban a verla de todas formas porque el cine español les da lo mismo, prefieren ver Resacón en la Vegas. De igual modo, pienso que esos mismos compran ropa a empresas españolas que dan trabajo en lugares lejanos de Asia en vez de aquí, eso que llaman la marca España, pero no ponen el grito en el cielo. Escuché una vez que los mediocres se esconden siempre detrás del patriotismo para poder serlo sin que se note. Con esto no digo que todo aquel que piensa diferente a mí sea un mediocre, pero sí es algo simplón no ir a ver una película porque el director no se sienta español. El arte es para disfrutarlo, no hay que discriminarlo cuando el que lo hace no piensa como tú, porque en ese caso habría menos arte, más odio y más aburrimiento, o quizás, sea eso lo que provoca todos estos movimientos extraños de boicot, el aburrimiento.
En otro orden de cosas, y porque me preocupo por que no os aburráis en el megapuente lluvioso que nos espera -o eso dice el hombre del tiempo-, os voy a dar mis recomendaciones para ir al cine y no os quedéis en casa viendo la película de sobremesa. Ya estrenadas tenéis Aliados -película de Robert Zemeckis que protagonizan Marion Cotillard y Brad Pitt, una gran dupla, críticas algo tibias pero son de esos directores que hay que ver-, Marea negra -el desastre de la plataforma petrolera en el Golfo de México, que ocasionó una catástrofe natural en la zona, dirigido por el siempre espectacular Peter Berg. Destacan lo bien que está filmada la escena de la catástrofe-, La Reina de España -la polémica película de Trueba que ya podéis disfrutar en el cine-, The neon Demon -una interesante mirada al mundo de la moda desde la inquietante mirada de su director, Nicolas Winding Refn (Drive), con una increíble Elle Fanning-, Gimme Danger -documental de Jim Jarmusch (Solo los amantes sobreviven), la vida salvaje y de Rock´n´Roll de Iggy Pop y sus The Stooges- y una película Israelí, Bar Bahar, donde tres amigas palestinas, con pasaporte israelí, intentan ser felices en Israel-.
Y este viernes hay dos estrenos que me apetece mucho ver. 1898. Los últimos de Filipinas, producción española dirigida por Salvador Calvo que nos cuenta las penurias sufridas por un destacamento español, en Filipinas, sitiados por revolucionarios autóctonos. Una película bélica que recuerda a lo ocurrido en El Álamo. Protagonizan Luis Tosar, Emilio Palacios, Karra Elejalde y Eduard Fernandez. Animales nocturnos, dirigida por Tom Ford (Un hombre soltero), cuenta la historia de una mujer que recibe la novela de su exmarido, poco a poco va introduciéndose en el relato y se da cuenta que en su vida no todo es lo que parece. Protagonizan la cinta tres excelentes actores, Amy Adams, Jake Gyllenhaal y Michael Shannon. Y para acabar con los estrenos, solo mencionar una película coreana, La doncella, si os va el cine asiático, esta es una gran elección.
Me despido con la sensación de que la política y el cine no deberían ser antagónicos, deberían entenderse por el bien común. Me recuerdan un poco a Batman y Superman, te pasas la película deseando que se entiendan y no logras comprender por qué no lo hacen, al mundo le iría mucho mejor. ¿Será el ego? ¿Será que la capa de Batman es más larga que la de Superman? ¿Será que Lois Lane es más inteligente que los ligues de Batman? ¿Será que en realidad tuvieron una relación anterior los dos superhéroes y están despechados? Sea lo que fuere, demuestran que es mejor entenderse, aunque el de enfrente piense diferente, y hay que salir ya de las trincheras.
Entrada patrocinada por Compañíaespreso, un café de cine para la oficina.
Política y cine, términos antagónicos by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License. Creado a partir de la obra en www.fromlosttothecine.com.
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