Llevo mucho tiempo sin escribir, varios factores han impedido que me centre en este vuestro blog de cine. Ahora, que el trabajo no me lo impide, vuelvo cuando el estado de alarma ha terminado y ya hemos vivido los peores días del confinamiento, pero sobrellevado con series y películas que nos ofrecían las plataformas digitales. En realidad, han sido tantas horas de series, que deberían haber cambiado el nombre de Estado de alarma a Estado de series. Así que para volver a escribir sobre cine, comienzo con un repaso a las series que he disfrutado, o no, durante los últimos meses.
Ozark

Comienzo con esta serie porque la tenía aparcada desde hacía mucho tiempo y, básicamente, porque acabo de terminar la tercera temporada y la tengo fresca. Os pongo en situación: un asesor financiero, con la casa, la familia y la vida perfecta, esconde un peligroso secreto, blanquea dinero de un cártel mexicano. Un contratiempo hará que toda la familia tenga que comenzar de nuevo en Ozark, Missouri, un bello lugar con lagos, ricos con sus yates y rednecks que adoran a Trump.
El reparto lo encabezan dos grandes actores. Wendy, la madre, es interpretada por Laura Linney, una actriz que siempre me ha gustado y, en esta serie, más. Marty, el padre, es interpretado por el sorprendente Jason Bateman. Digo sorprendente, porque trabajo tras trabajo demuestra que es más actor de lo que parece. Se podía haber acomodado en sus papeles de comedia, pero ha seguido una carrera repleta de aciertos; quién lo diría cuando le vimos en Teen Wolf 2, con esa cara de niño bueno, que toda madre americana de bien querría para su hija. Para ver sus comienzos hay que remontarse un poco más atrás en el tiempo, concretamente a 1981, con su papel en La casa de la pradera. Si no me creéis, pichad en el título de la famosa serie. Ha dirigido muchos de los capítulos de la serie, y de forma muy acertada.
No voy a hacer una crítica de la serie porque no quiero destripar nada, solo diré que la primera temporada me encantó, la segunda aburre un poco, pero la tercera temporada remonta el vuelo y vemos capítulos muy buenos. Es cierto que no me gustan algunas situaciones de la trama en el final de la tercera temporada, pero no desmerecen el gran trabajo que han hecho con los personajes, ahora tienen más profundidad y el personaje de Wendy cobra mucho protagonismo.
Solo comentar que el trabajo de los demás actores es excelente, destaca Ruth, interpretada por Julia Garner, una excelente actriz que ya habíamos visto en GrandMa o Las ventajas de ser un marginado, Charlie Tahan, visto en la gran serie Gotham; Peter Mullan, un escocés interpretando maravillosamente bien a un redneck; Janet McTeer, una mujer que solo con su mirada puede hacer que te orines de miedo; y uno de mis favoritos, Buddy Dieker, interpretado por Harris Yulin, actor veterano que tiene uno de los mejores papeles en las dos primeras temporadas -ojo a cómo le gusta bañarse en el lago-.
En definitiva, no os podéis perder las aventuras y desventuras de una familia modelo americana jugando con un cártel mexicano. La podéis encontrar en Netflix.
Bodyguard

Esta serie me sorprendió gratamente, y también sorprendió a la crítica que la encumbró, llegando a ganar un Globo de oro a mejor actor, Richard Madden -el gran Rob Stark de Juego de tronos-, y obtener varias nominaciones en diferentes galas de premios -Emmy, Bafta, Critics Choice Awards-. Un ex soldado que trabaja en la Policía Metropolitana de Londres, después de una acción heroica en un tren británico, consigue un puesto como guardaespaldas de la ministra Julia Montague -interpretada por Keeley Hawes-. Ante esta premisa, el espectador puede pensar que ya lo ha visto antes, pero si haces pop, y ves el primer capítulo, no habrá stop.
Los personajes están muy bien definidos, Madden tuvo un regalo con este personaje, lleno de matices y conflictos. La tensión del último capítulo gana enteros con la aportación de este actor, su intensidad es contagiosa. Él parte como protagonista absoluto de la serie, pero los demás personajes aportan mucho a la historia, no están de relleno.
Me quedé con ganas de más, y parecía que no habría segunda temporada, algo extraño porque llegó a tener más de 10 millones de espectadores solo en el Reino unido. Pero ya sabemos que tendremos segunda temporada, aunque habrá que esperar, el creador de la serie, Jed Mercurio, comentó recientemente que después de lo que pasa en el final de la temporada, el protagonista necesita unas vacaciones, por eso en la siguiente habrá un salto temporal de dos años.
Si no habéis visto Bodyguard, es un buen momento, son solo seis episodios que no te dejarán indiferente. La podéis encontrar en Netflix.
Bosch

Termino con un personaje que me ha fascinado los últimos años, el detective Bosch. Os preguntaréis, cantando la famosa canción de un culebrón televisivo: «Quién es ese hombre…». Pues es un personaje surgido de la mente retorcida del escritor Michael Connelly, un detective honrado de Los Ángeles, pero con malas pulgas, que lucha contra el crimen, la burocracia, el politiqueo y su mala leche. Desde que apareció la primera novela de este personaje, en 1992, ha sido un éxito literario. Era de esperar una adaptación, al igual que ha ocurrido con otros libros de Connelly –Deuda de sangre, por ejemplo-. Cada temporada adapta uno o dos libros, así que hay Bosch para rato. Encontraréis la serie en Amazon Prime.
Encontrar un actor que interpretase a tan famoso personaje debió ser difícil, pero creo que acertaron. Titus Welliver está perfecto en el papel. Ahora, cuando leo las novelas, veo siempre su rostro cabreado buscando justicia. Aunque él también es el protagonista indiscutible, hay otros personajes muy importantes en el mundo de Bosch -llamado así por el pintor Hieronymus Bosch (El Bosco), dato curioso porque el padre de Titus Welliver es un pintor reconocido, Neil Welliver-.
Entre los muchos personajes que aparecen por la serie destacan: su ex mujer Eleonor Wish, interpretada por Sarah Clarke, su hija, interpretada por Madison Lintz -a la que recordaréis como la hija de Carol, personaje de The Walking Dead, se pasaron toda la segunda temporada buscándola- y su gran compañero Jerry Edgar, interpretado por Jamie Hector.
Lo que destaca en esta serie, además de su protagonista, es que te muestra la historia sin efectismos, trata de ser lo más real posible. También me gusta la profundidad que tiene el personaje protagonista, sus miedos y fantasmas del pasado hacen que tenga una mente atormentada, pero eso no quita para que sea una persona justa. Solo he visto las tres primeras temporadas, la tercera me ha encantado, la fotografía me ha recordado en ocasiones a Collateral, de Michael Mann. Los ocho libros que me me he leído me han ayudado a comprender mejor al personaje y el mundo en el que trabaja. La serie está ambientada en la actualidad, los libros en la década de los 90. Si quieres una serie de policías de calidad, no lo dudes, esta es tu serie.
Espero que, con las pocas cosas que he contado, os abra el apetito seriéfilo y disfrutéis de estas tres series. Hay muchas más, ya sabes, estamos en estado de series, podría hablar horas y horas de Broadchurch, otra serie policíaca en un pequeño pueblo inglés; Jessica Jones, una de mis series preferidas de Marvel, aunque la destrozaran un poco; The end of the fucking world, serie divertida, brutal, irreverente y curiosa; y acabo con unas recomendaciones para entender mejor lo que ocurre en USA: Enmienda XIII, LA 92, Time: The Kalief Browder Story y Así nos ven. Cuando entendamos que el color de nuestra piel no nos hace diferentes ni superiores, seremos felices. Habrá que seguir luchando por ello y no rendirse. Como dijo Buddy Dieker, en un episodio de Ozark: Derrúmbate mañana, hoy no es día para desmoronarse.
Entrada patrocinada por Compañíaespreso, un café de cine para la oficina.

Estado de series by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License. Creado a partir de la obra en www.fromlosttothecine.com.
Muy buenas y entretenidas las anotaciones sobre las series. Al Sr. Bosch ya le conocia y al Sr. Michaell Conelly. Tambien.
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